Antonio Luis Acosta

¿Qué te impulsó a estudiar farmacia?

El principal impulso por un lado fue contar en la familia con dos generaciones anteriores dedicadas a la farmacia, en épocas muy diferentes a la nuestra, en las que se elaboraban la mayoría de medicamentos en la farmacia. Por otro lado, las ciencias sanitarias siempre me habían llamado la atención desde pequeño y tuve desde muy joven la intención de dedicarme a la farmacia.

De otros compañeros he aprendido fundamentalmente perspectivas diferentes en materia de gestión de la oficina de farmacia y acerca de nuestra relación como colectivo con la administración. Antonio Luis Acosta

¿Con qué has disfrutado más en tus años de trabajo?

Tengo el recuerdo en mis inicios laborales de ocuparme de la formulación magistral de la farmacia y de sentir plenamente que hacía algo muy útil y “auténtico”. El reparto de mi tiempo entre farmacia y óptica me hizo también disfrutar de la relación tan estrecha que se establecía con los clientes de la óptica, a los que uno dedica más tiempo y a los que se tiene la oportunidad de conocer incluso mejor.

Ante la posibilidad de servir al colectivo desde el Colegio, ¿qué te ilusiona más?

Me ilusiona mostrar las amplias posibilidades que tiene el farmacéutico de completar la actividad de la farmacia con la del mundo del cuidado de ojos, tanto en su vertiente sanitaria como en la más específica de la óptica y la optometría. Nuestra cercanía al paciente nos hace ser un elemento fundamental de educación sanitaria.